Incarnatus Est ofrece una formación equivalente a 60 créditos del grado en Humanidades. Además de las asignaturas clásicas —filosofía, teología, historia y literatura —, el programa incluye dos artes vivas y colectivas: el canto coral, con una dimensión creativa enraizada en las tradiciones litúrgica y folclórica, y el teatro, que culmina con la representación de espectáculos abiertos al público.
Se trata de volver a los tesoros del pensamiento antiguo, de los Padres de la Iglesia y de los escritores del Siglo de Oro, pero también de los mejores autores de nuestro tiempo, para responder a los desafíos del mundo contemporáneo. El saber se concibe aquí como una reflexión que prepara para la acción.
Sin embargo, la verdadera singularidad de la escuela reside en su reinvención del colegio medieval como comunión de alumnos y profesores. El profesor no es solo ese personaje separado que derrama su conocimiento desde lo alto de su cátedra. Es una persona que comparte la mesa con sus alumnos y que, después de la comida, charla con ellos como hombre y como testigo de su propio destino.
